martes, 17 de agosto de 2010

Escrito sobre Tarde de verano de Manuel Mejía Vallejo

“Tráeme una libra de café de Don Matías” es una de esas frases que utilizó Manuel Mejía Vallejo en Tarde de verano, y que, de inmediato llevan al lector a un contexto antioqueño; Vallejo a demás fue capaz de idear en este libro el pueblo de Balandú como ámbito geográfico y humano característico en su narrativa.

Leer las primeras páginas de tarde de verano fue enriquecedor, Vallejo es muy descriptivo en su obra, utiliza un lenguaje muy antioqueño que logra transportar al autor a los hechos; las flores, la iglesia, las casas típicas, los personajes de cada pueblo y sobre todo su interés por contar los secretos de cada personaje, atraen.

Como mencionó Fernando Cruz en el prólogo de Tarde de verano: “Eusebio y Paula Morales se dedican a recuperar el pasado, dimensión temporal donde una maldición familiar puso en marcha el destino”.

Personalmente, admiro la forma en que Manuel Mejía Vallejo escribe los diálogos que tienen los personajes de Tarde de verano, son amplios, muy descriptivos y van más allá de lo que expresan los personajes, es decir, Vallejo va al fondo de sus sentidos y cuenta no solo lo que perciben sino a la vez lo que traerán sus experiencias para el futuro.

Tarde de verano es una constante búsqueda del pasado pero es también una acelerada construcción del futuro, lo importante en este caso, como se expresa en el libro es: “tener mucha imaginación”.


tomada de  foroxerbar.com

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